Thursday, July 23, 2009

Para ser sustentables, urge reducción de financiamiento a partidos políticos.

Enfrentamos una crisis ambiental, económica y de valores. Superarla depende de que todos y cada uno de nosotros cambiemos de actitud y empecemos a cooperar como un equipo movido por la cordialidad.
            Es necesario volver al equilibrio que para subsistir, una especie debe guardar con su entorno. Pero más allá de la sustentabilidad ambiental, la organización social debe también ser sostenible. Por esta razón un esquema de impuestos que asfixia a los más necesitados, mientras que reparte una importante suma de la recaudación a partidos políticos y legisladores se encuentra muy lejos de atender las necesidades del pueblo. No se trata de mantener un poder basado en pactos turbios y demostraciones de fuerza, sino de proponer con argumentos que tomen en cuenta a las mayorías.
            En 2009, los partidos políticos recibieron más de 3,600 millones de pesos en efectivo, más el equivalente a otros 5,000 millones de pesos en espacios de radio y televisión. El año que viene, pretenden recibir 3,000 mil millones de pesos aunque no sea año electoral. Y aunque lo fuera.
            ¿De qué nos sirve que se destinen esas sumas a campañas políticas poco eficientes, que no estimulan la participación ciudadana ni toman en cuenta la realidad nacional; que son demasiado costosas y que generan basura y contaminación? Es un esquema que hace mucho tiempo dejó de ser sustentable. ¿Es que acaso el poder y la democracia se construyen con dinero? Más bien parece que a falta de argumentos, nuestra democracia se pervierte al hacerse cada vez más costosa y produciendo representantes que no nos representan.
            En nuestra Constitución, los partidos políticos son la única entidad que mantiene el presupuesto “blindado”. Pueden sufrir recortes los servicios de salud o de educación; no importa cuáles problemas afecten al país. Los partidos políticos mantienen el presupuesto y los privilegios a toda costa. En la ley que ellos mismos han aprobado, ellos tienen permiso de usar los recursos públicos sin estar obligados a rendir cuentas.
            El “blindaje” no es sustentable porque genera injusticia y desigualdad social. Para evitar esto, exigimos ajustar el artículo 41 constitucional, de tal forma que el financiamiento se calcule multiplicando el número total de votos válidos emitidos para un partido o coalición en la elección inmediata anterior, en lugar del “número total de ciudadanos inscritos en el padrón electoral”, como actualmente dice el texto. Este ajuste reduciría 57% el presupuesto que reciben y condiciona la cifra al desempeño electoral de los partidos.
            Haz tuya esta campaña y ayúdanos a transformar la administración pública. Seremos una sociedad sustentable cuando nuestros políticos se vean obligados a transformar la realidad nacional para desarrollar propuestas que nos convenzan en lugar de recurrir a métodos costosos y contaminantes para comprar votos.
            Usa tu creatividad. Desarrolla argumentos, firma, activa tu edificio, tu calle, tu colonia, tu centro de trabajo, tu universidad…comprométete con el cambio. Copia esta nota y distribúyela en FaceBook, Twitter, medios convencionales de comunicación, blog, cartel, comunicado o como tu imaginación lo determine para que seamos sustentables a partir de velar por el bien común.

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